EL EUSKERA YA NO SE OLVIDA EN VERANO
La mayoría de nuestros niños tienen entre 10 y 11 semanas de vacaciones en verano. Más de un 40% vive en entornos mayoritariamente castelano parlantes. Aún más en verano, cuando muchos tienen la suerte de visitar los pueblos de origen de sus familias, repartidas por la geografía española, ¿qué pasa con el euskera en verano?
¿Y el euskera qué? Aparcado en el cajón. Limitado a los deberes y cuadernillos de verano. Encerrado en lo académico. Olvidado. Ligeramente odiado. En muchas casas y para muchos de nuestros niños, esto es un problema. Y, claro, una complicación adicional a la hora de regresar al colegio en Septiembre.
El Euskera es importante en nuestro entorno y nuestra cultura
Pero no todos hemos tenido la oportunidad de aprenderlo. Hoy en día, nuestras hijas y nuestros hijos lo aprenden, lo viven, lo disfrutan. Pero muchas veces, lo hacen en un entorno exclusivamente escolar. Es muy impactante cuando ponen un pie fuera del patio e inmediatamente cambian el chip al castellano, incluso mientras hablan con el mismo compañero y amigo.
Es importante encontrarle otro espacio al Euskera fuera del colegio. Actividades con amigas, amigos, hermanas y hermanos, eventos culturales y deportivos, series o programas de televisión son oportunidades para que nuestros niños y adolescentes practiquen y disfruten de su segundo idioma de una forma sana y productiva. No hay mejor manera de fijar conocimientos que usarlos naturalmente.
En verano, esto puede ser aún más difícil. Además de la desconexión, natural y necesaria, con las materias y las rutinas escolares, los viajes y actividades que hacemos suelen orientarse al exterior. Intentamos visitar y empaparnos de cosas a las que la rutina e inmediatez del curso nos impide acercarnos. Y hacerle un hueco al Euskera se vuelve complicado.
euskera o inglés
Para facilitaros una buena solución, en Baratze realizamos nuestros campamentos de verano íntegramente en Euskera, o inglés en la tanda que hemos desarrollado junto a Eidal Idiomas, de modo que los escolares disfrutan de una aventura única a la vez que practican los que, a menudo, son sus segundos idiomas.
Los niños y las niñas que visitan Baratze, comparten unos días de su vida, divertidas actividades y experiencias inolvidables con compañeras y compañeras de distintas edades y orígenes, con educadores especializados y en un entorno naturalmente agradable. Sacando partido y disfrutando al máximo de cada minuto y del Euskera.