Postgrado en Pedagogía Verde País Vasco en la granja escuela Baratze
Carta de Heike Freire
Bucear entre los árboles
Desde muy pequeña, Ainhoa amaba los animales y las plantas. En su familia la llamaban “bichera” porque andaba siempre recogiendo pájaros caídos del nido, caracoles sin concha o saltamontes que habían perdido una pata.
Cuando le preguntaban qué quería ser de mayor, a veces respondía que doctora de animales. Otras: señora de las plantas…
Finalmente, Ainhoa se licenció en Biología.
Aunque interesantes, sus estudios le robaron buena parte de la pasión que sentía por los seres vivos.
Solo el trabajo de fin de carrera, que realizó sobre una curiosa especie de pájaro: la bisbita campestre, le trajo de vuelta esos momentos de asombro de la infancia, cuando su corazón latía a toda velocidad.
A esas alturas, ya tenía la cabeza repleta de nombres en latín, de categorías y distinciones que le permitían reconocer muchos seres, pero de una manera descarnada, desprovista de cualquier tipo de emoción.
Conocí a Ainhoa hace algunos años. Fue en un taller de varios días que hicimos en el precioso bosque de hayas y robles, que rodea el caserío de Baratze, en Vizcaya (País Vasco).
Ainhoa estaba muy ilusionada con aquella formación en Pedagogía Verde. Se había apuntado sin saber muy bien por qué. Dejándose llevar por la emoción.
Desde las primeras dinámicas, parecía confusa: muy concentrada, y al mismo tiempo como ausente. Comentó que le dolía la cabeza.
Una tarde, mientras caminábamos por el bosque, tuve la impresión de que movía los labios. Al terminar el ejercicio le pregunté. Me dijo que sentía la necesidad de nombrar cada especie, cada ser vivo con el que se cruzaba.
Insistí en que dejara de nombrarlos. Le dije que se fijara en cualquier sensación, que no se fuera a la cabeza.
Me aseguró, que si no lo hacía, se sentía perdida. Le pedí un esfuerzo. Creo que lo entendió.
Cuatro días después, al terminar el taller, Ainhoa compartió algo importante para ella: había descubierto que podía bucear entre los árboles. Dejar a un lado la cabeza, las clasificaciones, todo lo que sabía sobre aquellos seres. Y sumergirse plenamente en las sensaciones. “Hacía mucho tiempo que no me sentía así, dentro del paisaje, en lugar de por encima de él. Vinculada afectivamente con todo lo que me rodea. Como cuando era niña”.
He regresado mentalmente a ese bosque y a la historia de Ainhoa hace unos meses mientras preparaba con
Cristina Cela, la directora de Baratze Baserri Eskola la formación de postgrado en Postgrado en Pedagogía Verde que vamos a impartir allí a partir de octubre.
Un privilegio trabajar con personas tan comprometidas como ellas, en un lugar tan mágico. Hemos empezado a constituir el grupo. Si estás interesada, aquí tienes toda la información
Y cualquier duda, solo tienes que contestar a este mail o ponerte en contacto por WhatsApp a través de este link.
Nerea Vilalta, nuestra coordinadora académica, y antigua alumna del postgrado, te atenderá y te ayudará resolver cualquier asunto con la mayor brevedad.
Será un placer conocerte…y acompañarte, como a Ainhoa, ¡a bucear entre los árboles! Un abrazo
Con cariño
Heike Freire, Directora
Escuela de Pedagogía Verde
910264727